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Próximamente haremos un breve recorrido por la historia de la filosofía de la edad media. Empezando por San Agustín1San Agustín está a caballo entre la filosofía antigua y la medieval, pero se suele encuadrar dentro de la segunda., Pseudo-Dionisio, San Anselmo, Pedro Abelardo y Escoto Eriúgena; pasando por la escolástica con San Buenaventura, San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino; terminando con el Beato Duns Scoto y Ockham, que pusieron fin a esta etapa de la filosofía tan injustamente olvidada en nuestros días, incluso en muchas universidades. Esto seguramente se debe al prejuicio de que en esta época sólo se filosofaba sobre Dios, lo que no es del todo cierto.2Dios siempre es y será un tema central en filosofía. Es la pregunta por el origen de todo, la causa primera. Otro tema distinto es que la teología revelada se entrometa en los asuntos filosóficos, pero no fue del todo así en los autores medievales: hay que analizarlo con el rigor que merece. Además, los filósofos modernos siguieron utilizando y desarrollando los argumentos que empezaron los medievales, como el argumento ontológico, que tiene su origen en San Anselmo. También a la crítica a los argumentos de autoridad propios de la escolástica, que se puede compartir en cierto modo. No obstante, no se puede negar que fue un periodo de gran avance filosófico. Aunque la escolástica dependiera de una autoridad muy fuerte, no se puede negar que fuera una filosofía dialogante. Sólo hace falta ver los escritos de Santo Tomás, donde antes de exponer su doctrina, siempre hace un resumen de las doctrinas contrarias. Además, no se puede explicar la modernidad sin la filosofía medieval. Se mire por donde se mire, saltarse un periodo histórico entero es un grave error.
También son destacables los filósofos árabes, como Al-Farabi, Avicena y Averroes, a quien debemos la recuperación en occidente del corpus aristotelicum.3Mientras que Platón fue muy leído y conservado, la mayoría de escritos de Aristóteles se perdieron, a excepción de la Ética a Nicómaco y poco más. Fue gracias a los filósofos árabes que occidente recuperó las demás obras aristotélicas, que se habían quedado en Bizancio. Además de los judíos como Maimónides. También de ellos y de otros autores hablaremos aquí próximamente.
